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Como parte de nuestra cobertura del lanzamiento de Atlantic Stereo, una compilación que une a Francia y Colombia a través de la música, entrevistamos a Linapary, cantante colombiana que escribió e interpretó la letra de "P.U.T.A", un himno de perreo lento producido por los productores franceses Simo Cell y Low Jack.

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Autora : Nathalia Guerrero

Foto : David Mesa

“Mi historia tiene un plot twist: resulta que soy la Hannah Montana del perreo”. Linapary me contesta el saludo a 8554 kilómetros de Bogotá, en Barcelona, donde vive hace un año. Mientras acá empieza la mañana, Linapary ya va a mitad de su jornada en la distribuidora gigante de licor donde trabaja hace siete años. Pero “A partir de las 6 de la tarde me vuelvo la más perreadora del universo”.

Lina María Trujillo es el nombre detrás de Linapary, una DJ, cantante y productora de ‘P3ЯЯ30 P0P$TVЯ’ (perreo popstar) de la costa Caribe colombiana. Un nombre que antes han sido muchos otros: proyectos de universidad, emancipación desde el rap y la lírica, y finalmente: Linapary. Pero tuvieron que pasar varios años, al menos tres países y muchas noches bogotanas mezclando perreo para llegar allí.

Uno de esos fue Francia, donde vivió por dos años y medio. “Justo cuando estaba en mi pico y estaba dándole duro al reguetón, me fui a París por el trabajo y fue una desaceleración completa de mi proyecto como DJ”. Una ciudad que no conocía a Linapary, y donde “Con el reguetón no estaba pasando mucho”. Sin embargo, gracias a que sus ganas de crear nunca se desaceleraron, hoy figura junto a Simo Cell y Low Jack en la producción de su track “P.U.T.A” en Atlantic Stereo, una canción que no es ni neoperreo, ni reguetón. “Es una serpiente deslizándose”, describe Linapary, “Que va marcando su línea en la arena”.

A Linapary le sorprendió el llamado a hacer parte de este canje sonoro intercontinental y a compartir con ambos productores franceses. “Sabiendo que mi género es completamente alejado a lo que es Nuits sonores, lo cual me dice que próximamente esto puede estar pasando en varios países”. El sonido de su canción, que tiene líneas como “Me dicen puta porque hago lo que quiero”, resalta dentro de sonidos electrónicos más convencionales. Hablamos con Linapary sobre la importancia de la diversidad sonora, la necesidad de escenas más inclusivas, la resignificación y el objetivo de llenar Europa con perreo caliente.

¿Cómo fue el proceso de encontrar tu match con Simo Cell y Low Jack para el compilado?

León me dice “Creo que podrías hacer buen match con ellos”. Los escuché en su Bandcamp y encontré que tenían unos beats interesantes. “Yo me podría montar en alguna de estas cosas”, pensé. Confié en la curaduría y en los matches que estaban haciendo, supongo que nos habían estudiado. Mi colaboración con ellos fue bastante fácil: me enviaron un beat, lo escuché y al principio me pareció muy diferente a lo que yo hago. Sin embargo tuve aproximaciones a lo que musicalmente ya había escuchado de ellos.

¿Y luego qué siguió?

El beat lo trabajaron juntos previamente, yo solo trabajé con ese y es el que escuchamos en la canción final. A mí no me gusta poner trabas a la hora de trabajar y pensé “Si con este puedo trabajar, voy a seguir con este. Si ellos me están mandando esto confío en que es lo que ellos quieren sacar en este compilado”

Les escribí diciéndoles que me gustaba, que sentía que iba por el camino de una referencia que les mandé y me respondieron que sí, que iba por ahí. Ahí dije: “Bueno me voy a poner a trabajar”. La intro con la que empieza esta canción la traje de un freestyle, y el resto de la letra también la construí de un freestyle que ya había hecho. Así empecé a construir la letra.

La letra es lo más Linapary de la canción, lo que mejor representa la onda que vienes trabajando 

Exacto. Yo le inyecte la letra completamente Luego se las mandé a ellos pensando que la iban a odiar, que no iban a querer trabajar conmigo. Pero me dijeron “Listo, la vamos a montar”. Identificaron algunas líneas súper fuertes en la canción y me preguntaron si podían modificar cosas de estructura, yo les dije “Hagan lo suyo”. A mí personalmente me encantó. Yo la escuché y dije “Esto me representa: es algo diferente, algo nuevo”

Me gusta mucho cómo manejaron las voces, la estructura. El proceso fue colaborativo y fue fácil, pero sí nos demoramos: mientras me mudaba a Barcelona, mientras hacían el beat, mientras escribía la canción… también fue una canción medio misteriosa para mí: es como una serpiente. Yo la siento así deslizándose, como marcando su línea en la arena.

Tu aporte musical en el compilado destaca entre sonidos electrónicos más convencionales. Definitivamente corre la verja sonora. ¿Sientes que este track abre espacios nuevos? 

No es misterio para nadie decir que el movimiento de lo urbano está liderando todas las tablas en el mundo entero. Con esa masificación se permite que sus subculturas sean un poquito más visibles. A mí me parece un gran logro, no solo para mí, sino para todas las personas que le están apostando al neoperreo, dembow y todas estas alternativas que pueden tener visibilidad a una escala interesante.

Para mí, que sigo siendo súper independiente con mi manifiesto DIY, y saco todo con las uñas porque aún no puedo invertir lo que me gustaría en un video, tener el apoyo y respaldo de Nuits sonores y de artistas internacionales es una ventana. Después de que escuchen esta canción quizá escuchen otra mía, y otra, y otro exponente del género relacionado. 

 

¿Sientes que esta oportunidad que acabas de mencionar es una dinámica que se relaciona con la colaboración entre países como Francia y Colombia?

Se relaciona totalmente. Me muero de emoción y de felicidad de poder escuchar el resultado final del álbum. Los nombres que pude ver son artistas muy potentes, que ya llevan una trayectoria de más años. Yo espero que sea una explosión de intercambio cultural, que la gente siga abriendo sus vidas a nuevas propuestas y no nos quedamos en que hoy escucho lo que escucho en una fiesta. También hay otros espacios para entender la música, para escucharla. 

Este es un gran espacio para promoverla,  ¡Más aún sabiendo que va a haber un vinilo! En mi vida imaginé que una canción como esta fuera a estar en un vinilo. Aparte es para un público muy diferente a las personas que compran vinilos, entonces se abren intercambios interesantes ahí para todos los artistas que estamos en el compilado.

¿Qué lectura haces de la representación de las mujeres en el compilado? Teniendo en cuenta los contextos que has vivido en París, Barcelona y siendo parte de una escena liderada por mujeres…

Evidentemente hace falta más inclusión, hace falta más paridad. Por ejemplo, las chicas de un colectivo de música electrónica llamado NOTT, en Medellín, acaban de sacar un compilado con puras productoras latinoamericanas, donde hay más de 25 canciones producidas por mujeres. La situación no es que no hayan mujeres productoras. (…) No sé si es un tema de visibilidad, entonces el problema no es que no haya sino que hace falta visibilidad, o no hay visibilidad de las mujeres que están en esto.

Tu track no solo tiene que ver con esa transnacionalización del neoperreo. La letra también habla de una lucha que vienes dando ¿Cuál es el mensaje de activismo consciente en el que has venido profundizando a través del neoperreo?

A mí me gusta resignificar las palabras. Creo que resignificar palabras reivindica. Y yo lo trabajo en todo. Por eso he tratado de resignificar muchas palabras como: ‘Yo no soy perra, soy perrísima’. En esta canción enfaticé en la palabra PUTA y resignifiqué lo que significa ser una gran PUTA. 

Yo lo digo desde una lucha personal porque realmente es la única lucha que yo vivo. Una lucha trasatlántica: moverme de un lado a otro, que me escuchen, que me den la oportunidad de enfrentarme al que sea, me tiró al aire a ver qué pasa… eso es lo que yo trato de expresar en esta canción y creo que se lee, creo que tú también lo has identificado. Tomar esta oportunidad para poder ser un poco cruda y que esa crudeza logre estar en este compilado y que no la hayan intervenido es un mensaje muy claro. Eso fue muy positivo, nunca hubo limitación creativa ni me dijeron que de pronto estaba muy fuerte.

Pero no pasó, y eso es importante.

Y mi idea es que cualquier persona la escuche y se sienta con ese poder de ser PUTA porque hace lo que quiere, porque cobra su dinero, porque tira piedra y no esconde la mano. Eso lo estoy diciendo ahí mismo en la canción.

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Sobre la autora

Nathalia Guerrero es una periodista y editora feminista enfocada en las realidades de las mujeres, la cultura electrónica y el registro de historias contraculturales. Actualmente es cofundadora y actual Directora Editorial de MANIFIESTA, un medio de comunicación digital colombiano con perspectiva feminista.

Ex editora de la revista impresa de VICE Colombia y ex subeditora de su plataforma digital. Redactora de THUMP Colombia, la plataforma de música electrónica de VICE. Ganadora del Premio Simón Bolívar de Periodismo en 2016. ICFJ Fellow 2021. Ha publicado en medios como The Washington Post, Arcadia, Shock y El Espectador.

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